dijous, 27 de maig del 2010

La Fe del Cardenal Martini: "Si mirem el món amb els ulls de la fe, pot canviar"


· ¿Por qué cree usted personalmente en Dios? ¿Cómo experimenta a Dios?

Mis padres me regalaron la fe en Dios; mi madre me enseñó a rezar. Muchas tareas y también dificultades que he tenido en mi vida me han mostrado que puedo confiar. La vida me ha mostrado que Dios es bueno y que él prepara el camino a cada uno.

Mi tarea ha sido siempre hablar sobre la fe. Los jóvenes me ayudaron mucho a buscar respuestas a preguntas nuevas. Cuando más aprendes a creer es cuando explicas la fe a otras personas.

Experimentar a Dios es lo más fácil y, al mismo tiempo, lo más importante en la vida. Yo puedo experimentarlo en la naturaleza, en el amor, en la música y la literatura, en la palabra de la Biblia, y de muchas otras formas más. Es el arte de la vigilancia interior, que tienes que aprender exactamente igual que el arte de amar o el arte de ser bueno en el trabajo.

· ¿Qué pregunta le plantearía usted a Jesús si tuviese la posibilidad de hacerlo?

Le preguntaría si me ama a pesar de que soy débil y de que he cometido tantas faltas. Yo sé que me ama, pero aun así quisiera escucharlo nuevamente de sus propios labios.

También le preguntaría si en la muerte me vendrá a buscar, o si me recibe. Le pediría que en las horas difíciles, en la despedida o en la muerte, me envíe ángeles, santos o amigos que me tengan de la mano y me ayuden a superar mi temor. Antes tenía otras preguntas, hoy le pido que me acepte y no me deje solo.

· Los cristianos creemos que todo ha sido creado por amor. ¿De dónde proviene el mal? ¿Cómo es que hay tanto sufrimiento?

Cuando contemplo el mal en el mundo me quedo sin aliento. Entiendo a las personas que llegan a la conclusión de que Dios no existe. Sólo si miramos el mundo con los ojos de la fe puede cambiar algo. La fe despierta el amor y lleva a comprometerse por otros. De la entrega surge esperanza, aun a pesar del sufrimiento.

Somos personas libres, que aman, que pueden decir que sí o que no; no somos robots ni esclavos ... Tenemos que trabajar duro en nuestra respuesta al amor de Dios.

* “Coloquios nocturnos en Jerusalén”, I, Carlo M. Martini, San Pablo 2008.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada